Un piso pequeño no tiene porque parecer un espacio cerrado, agobiante o lúgubre. ¡Solo le hace falta un toque de color, con la pintura se pueden hacer milagros! Un color acertado puede hacer que un piso pequeño o una habitación diminuta parezcan mucho más grandes. No sólo hay que pintar las paredes, sino que tienes que acertar con el color del suelo y el techo, para delimitar las zonas en el espacio.
Los colores oscuros empequeñecen el espacio, producen sensación de agobio o ahogo. Sin embargo, pueden crear un efecto visual adecuado si los utilizas para pintar techos altos o pasillos pequeños y estrechos, agrandando el espacio. Si los techos son bajos, opta por un color más claro que en las paredes para dar sensación de altura.
Si el problema en tu hogar es la falta de luz, debes utilizar colores claros y brillantes, como el blanco, el beige, el malva… proyectan muy bien la luz y producen sensación de espacio. El suelo de porcelana o mármol también hace que se refleje la luz creando un efecto mayor.
Si por el contrario tenemos un espacio pequeño en el que entra mucha luz, es conveniente emplear colores fríos como el verde, el azul o grises.
Atrévete y delimita los espacios en las habitaciones, si tienes un espacio donde utilizas las zonas de manera distinta, sepáralas por colores. En la zona más relajada opta por unos colores suaves, y en la zona que utilices de trabajo, colores más metalizados.
Otro truco para ganar metros visualmente son los espejos de grandes dimensiones, colócalo en una pared sin que haya ningún otro elemento decorativo. Se reflejará el ambiente y la luz y hará que la estancia parezca más grande, parecerá que la habitación continúa.
Lleva cuidado con los muebles y la decoración, deben ser de colores claros para aumentar la sensación de amplitud, no son buena opción los tonos wengé o los marrones muy oscuros, harán empequeñecer la sala.
¡Sigue estos consejos de Biosttek y tendrás una vivienda visualmente más espaciosa!